Cuando falta menos de un mes para que asuman las nuevas autoridades todas las miradas en el sector pesquero están puestas en saber quién ocupará la estratégica Subsecretaría de Pesca. Lo que a simple vista luce como una mera contemplación de posibilidades, bajo la línea de flotación se desarrolla una carrera feroz plagada de obstáculos.
“Si no llega el mío, que no llegue el que puede perjudicarme”, razonan en el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), desde donde sueñan con que pueda calzarse el traje de autoridad de aplicación Lisandro Bellarmini, sobrino de José Moscuzza y asesor de Tezanos Pinto en el Consejo Federal Pesquero.
Quien puede perjudicarlos es Miguel Bustamante, el ex subsecretario en la última porción del gobierno kirchnerista, quien podría revisar los papeles que le permitieron a “Pototo” incorporar sus tres nuevos buques, y sobre todo, medirlos de modo que quede en evidencia que esos barcos miden 47 metros de eslora total y no 42, ni 44, ni 39,95 como dibujaron en el último permiso de pesca del Graciela I.
Mientras tanto el gobierno saliente se prepara para cumplir con su última promesa y rebajar los aranceles a la importación de buques pesqueros construidos en el extranjero y siempre negada a los industriales navales locales.
El propio Bosch lo hizo público en la feria de Vigo. Ante las cámaras de “Comunidad Portuaria” no le pareció mal poner la vara en 35 metros de eslora a partir de la cual fomentar la industria naval gallega. Esa medida esta mal, “pero no tan mal”, como dice Guido Kaczka.
El Presidente de la Xunta de Galicia había dicho que las autoridades argentinas le habían garantizado la rebaja para poder importar barcos de hasta 30 metros, pero en la industria naval local peleaban para que sea 40 metros y poder seguir anhelando hacer tangoneros de manera más frecuente.
Esta semana Antonio Solimeno dio una señal que le dibujó una sonrisa al sector naval de la ciudad. En el portal “Pescare”, el armador anunció que evalúa construir un nuevo barco tangonero menor a 40 metros en astilleros locales.
Más allá que lo construya en Contessi o con Tettamanti, las dos opciones que analiza “Tony”, es una señal para el resto de la industria, una apuesta a que acá también pueden generarse proyectos de ese nivel de manera satisfactoria.
Otros armadores manejan opciones distintas. Se aprovechan del mal momento que atraviesa El Marisco y buscan quedarse con sus principales activos. La empresa de los hermanos Di Leva ya había cerrado Supremacía Marina el año pasado y más allá que atemperó el reclamo laboral de sus obreros efectivos, la sangría continúa.
El Sirius 3 tendría varios interesados pero las negociaciones mejor encarriladas son con Pedro Baldino. En realidad del permiso porque el buque hoy está inactivo y con el casco comprometido.
Otros dan cuenta del interés de Solimeno por el 2 y de Cicollela por el potero “Don Francisco”. “En realidad “Tony” quiso comprar toda la empresa pero en algún momento se enfrió la negociación”, contó un armador.
Mientras se le hunden buques abandonados a Merlini en el muelle 2, como la frutilla de postre de una gestión perfectamente olvidable, salvo por que perdió el código PBIP, gasto 8 millones de pesos en un par de pasarelas y 10 millones en tratar sedimentos no contaminados, otros barcos que todavía flotan también están a la venta. El “Don Natalio” y el “Simbad” acaparan la atención.
Otros también llegan: el martes arribaron a la terminal marítima los dos nuevos poteros que Patagonia Fishing trajo desde China para reemplazar a los Patagonia I y II. Según la transferencia de los permisos, los nuevos barcos se llamarán “LU QING YUAN YU 280” y “LU QING YUAN YU 288”, aunque entraron al puerto sin ningún nombre y con bandera china para amarrar en zona primaria aduanera hasta que terminen con los trámites de importación.
Adivinar quién llegará para reemplazar a Merlini después del 10 de diciembre es una tarea que provoca mayor incertidumbre y grado de dificultad. No asoman tan visibles como los que corren para ocupar el lugar de Bosch, aunque acá hay varios anotados en la Fundación Pensar de la Cámpora. Algunos, con más autoestima que chances reales, claro.
En tierra el año terminará sin pena ni gloria, como se acumularon los últimos. El acuerdo por la cláusula de revisión dejó a los efectivos del pescado con una actualización del 52% en relación al año pasado.
Si el 28% de aumento que registran los desembarques de merluza en los primeros nueve meses del año hubiese sido correlativa en cajones de pescado fresco descargados en los muelles de Mar del Plata, la realidad de la masa obrera sería otra y no estarían impacientes por cobrar las cuotas adicionales del PREBA, el subsidio que prometió el gobierno extender 2 cuotas y se irá probablemente sin cumplir.