Por estas horas se cumplen dos años desde que el Presidente del Consorcio Portuario anunció el plan de remoción y desguace de una docena de buques pesqueros inactivos y abandonados sobre las secciones 4ta y 5ta de la terminal marítima con el objetivo de recuperar 110 metros lineales operativos del muelle 2.
En este lapso no solo no se recuperó uno solo de los metros prometidos por Martín Merlini sino que se sumaron algunos barcos al cementerio flotante que hoy ocupa el 36% del espacio disponible para que amarre la flota de altura.
El “Sirius” de Loba Pesquera y el “Fonseca”, de Mattera son los últimos que se sumaron a una lista que supera los 50 nombres, superan los 2 mil metros de eslora si los ponemos uno detrás de otro, y ya no se circunscribe al muelle 2 sino también al 3, en las secciones próximas al elevador de los silos.
“Recuperar la plena disponibilidad de todos los espacios operativos del Puerto es un objetivo central y para conseguirlo resulta fundamental avanzar con la remoción de todos los cascos que están abandonados, hundidos y ya sin posibilidad de volver al servicio”, había destacado Merlini en el momento del anuncio.
En este tiempo desde el Consorcio destacan que hubo avances administrativos importantes que permiten ahora encarar la etapa final de remoción y desguace en el varadero que la Armada tiene en la Base Naval.
Pero varios buques, como el “Mar Azul”, “Mellino II”, “Ribazon Dorine”, “San Pablo”, “Wiron IV”, “María Luisa I” tenían dueños identificados en empresas armadoras que seguían funcionando como Moscuzza y Ostramar (Caputo). Sin embargo en todo este tiempo solo hubo intimaciones más laxas que el fondo de Independiente.
En abril el Consorcio dispuso del varadero y encaró un plan de mejoras donde dice haber invertido 8 millones de pesos para ponerlo en condiciones e incluyó la extensión del sistema eléctrico, la colocación de un cerco perimetral, la mejora de los muros laterales y colocación de nuevas bitas y anillas
La obra en principio tenía un plazo de 4 meses. En agosto el Presidente del Consorcio dijo que «antes de septiembre» arrancaban los trabajos. Con un pie en noviembre todavía espera que venga una comitiva de la Armada de Puerto Belgrano para certificar las obras y dar luz verde a Lusejo para que comience con convertir cascos viejos en chatarra naval.
Ya pasó casi el 20% del plazo de concesión del varadero y todavía no subió ningún buque. Merlini siempre ha dicho que el tiempo sobra, que no hay apuro. Mientra tanto el puerto es una postal de la inactividad.
El plazo obviamente puede prorrogarse pero sirve para poner en cuadro las enormes dificultades que ha tenido Merlini para mostrar eficacia en la gestión.
Merlini había dicho que el primero en ser desguazado sería el “Mar Azul”, el buque que cedió su permiso al “José Américo”, el tangonero ilegal de Moscuzza que pesca langostino desde el año pasado.
El armador debería haber removido al barco cedente del permiso hace dos años en un varadero privado (hay tres en Mar del Plata), pero todavía ocupa espacio en el espejo interior.
Muy apurado no estaba “Pototo” por retirarlo porque recién esta semana obtuvo el libre deuda ante la AFIP. Ese trámite era indispensable para obtener la baja de la matrícula y poder presentar el plan de desguace ante el área Técnica de Prefectura, donde será aprobado en un par de semanas.
Una vez habilitado arrancan con los dos Chiarpesca, imaginan en Lusejo. Los chatarreros de Quilmes amigos de Merlini donaron el cabrestante para poner los cascos en seco. Al hacerlo el equipo de obra del Consorcio dejó corto los espárragos y tuvieron que adicionar una cuna que se ancló al fondo.
Las mejoras no incluyeron el cambio de anguileras, las piezas donde el casco se asienta una vez puesto en seco. Estan deformadas luego de los últimos trabajos que se realizaron en el lugar, antes que desapareciera el Submarino ARA San Juan pero ni siquiera las dieron vuelta.
Las está fabricando Lusejo en su taller del conurbano y se colocaran en la segunda etapa, cuando tengan que subir barcos más pesados; los primeros seis de la lista pueden cortarlos en estas condiciones. El cortador es todo ansiedad. Esperan usar el varadero desde hace un año.
En este tiempo limpiaron y acondicionaron otros barcos para ir haciendo una cadena de modo que el varadero siempre este ocupado. Pero no contaban con los contratiempos de Merlini y su esquipo. En esa lista figuran el “Mellino II”, “San Pablo” y “Ribazón Dorine”.
El “Mar Azul” se colará luego de los dos Chiarpesca y antes que suban el “Magrit” y “Don Luciano”, que no pesca desde febrero de 2015 pero igual le mantuvieron vigente el permiso de pesca para poder transferírselo al “José Marcelo”, el nuevo barco que Moscuzza mandó a construir en Vigo.