Detrás de la plaqueta de reconocimiento a Daniel Scioli por parte de Mariano Retrivi, presidente de ALFA, hay una historia de intereses mutuos que van unos pasos más allá de la vidriera en que el Embajador en Brasil transforma cada verano a Mar del Plata y sus ansias de protagonismo que le permitan abonar una futura candidatura presidencial.
Si Massa finalmente se baja, la inflación se desboca o se terminan los dólares que sostienen con alambres la brecha cambiaria, Scioli es lo más conocido entre los escombros del Frente de Todos.
Entre los armadores fresqueros que operan al langostino en aguas nacionales hay algunos que exportan el marisco como el propio Retrivi y desde que se habilitó la exportación al país vecino, mérito casi exclusivo de Dany Embajador, intentaron enviar algunas cargas con escaso éxito. El contrabando por la triple frontera fue un obstáculo que nunca se pudo superar.
“Cobran a dólar billete, no pagan aranceles inter estaduales, se ahorran costos sanitarios y aduaneros, el flete les sale barato…. Imposible competir en estas condiciones”, le remarcaron los armadores a Scioli luego de distinguirlo en compañía del canciller, Santiago Cafiero.
Del lado de los importadores brasileños tampoco hay muchas intenciones de ponerle fin al festival de contrabando. Así como ingresa langostino lo hacen vinos Catena Zapata, bebidas energizantes, alpiste y hasta desodorantes Rexona. Nadie llama para consultar precios. Toda la cola en bloque que necesitan llega a la frontera.
Según han reconocido a industriales marplatenses acceden a un pelado y desvenado a razón de 58 reales el kilo en la frontera. Ese mismo producto puesto en San Pablo, Rio de Janeiro, casi que triplica su valor. Para los contrabandistas autóctonos el margen de ganancia rondaría los 25 mil dólares por camión. Se estima que ingresan más de media docena por mes. El negocio es millonario.
En ALFA tuvieron que salir de apuro a escribir la plaqueta una vez que el ex gobernador les confirmó su presencia en la sede de la cámara. Scioli también tenía intenciones de saber cómo era posible que el volumen exportado de marisco no creciera, siquiera para que Brasil ocupe alguno de los 9 principales destinos que refleja mensualmente CAPECA en sus informes.
Ese fue el verdadero motivo del cónclave, aunque la plaqueta hizo ruido en el ambiente pesquero donde algunos ven un posicionamiento de ALFA en un hipotético gobierno sciolista. “No se hagan los rulos”, responden del otro lado donde no muchos siquiera lo votarían como candidato.
Un rato antes la comitiva había recorrido los muelles del puerto donde hasta se subieron a la cubierta de un fresquero de altura. El CM de Dany Embajador no parece muy empapado del día a día en el sector.
“También visitamos, en el muelle de la ciudad, los buques Tangoneros que salen a la pesca de langostinos. Seguir impulsando el ingreso de la pesca argentina en Brasil significa más exportaciones y trabajo para Mar del Plata y la Argentina”, pusieron en boca del Pichichi en la red del pajarito.
Falta un tiempo para que los fresqueros puedan ir en busca de los langostinos al norte de la veda permanente de juveniles de merluza cuando completen el 20% (?) de by catch autorizado.
En el entorno del ex Gobernador saben de esta realidad paralela en que se mueve el negocio del langostino en Brasil. “Estimamos que cruzan unas 10 mil toneladas. Es lo que esperábamos que compre Brasil cuando se reanudaron las importaciones por las gestiones de Daniel, pero no lo vemos en las estadísticas”, afirmaron.
Junto con la plaqueta, Scioli se llevó información que permitiría mitigar el chorro de langostino que se exporta de contrabando. Como para que el langostino deje de pasar por el costado y quede reflejado en la estadística.
Al menos del lado argentino, porque en Brasil es un negocio que comanda el PCC, un grupo criminal organizado que factura más que la Volkswagen, aunque Scioli se comprometió a hablar del tema con Lula. Hoy el flamante presidente tiene otros asuntos más urgentes que resolver.
Las autoridades argentinas tienen muchos deberes por hacer. El punto a corregir está entre los 1782 kilómetros que separan a Mar del Plata de Bernardo de Irigoyen, en tierras misioneras. El langostino recorre esa distancia, hasta ahora, sin el más mínimo obstáculo.
Misiones, mientras paguen ingresos brutos , deja que entren bambis huérfanos. Si quieren podrían controlar también en destino. AFIP podría controlar las pesquerías provinciales que «venden» el langostino a velocidad supersónica. ¿Hay facturas de esas operaciones?
Fuentes consultadas en SENASA aseguran que no habría motivos para no dejarlos circular. Tienen la documentación respaldatoria que se exige para el mercado interno. Certificados, rótulos, trazabilidad, condiciones de frío… hasta el establecimiento de origen. El punto es que el destino es circunstancial, hasta que llega el camión del otro lado para cruzarlo. Ahí entra en escena «Julio» para encargarse del cruce.
Eso cuando la materia prima circula con documentación respaldatoria. Otra fuente del contrabando es parte de la propina que se compra a marineros en Rawson y termina en Puerto Iguazú.
El volumen ahí puede variar en plena zafra entre los 10 y 15 mil kilos diarios. En la flota de Red Chamber, cada marinero puede aportar hasta 90 kilos de cola en los puestos de venta, que como una feria americana, se despliegan en cercanías del muelle. Todo a la vista de Prefectura y los inspectores de muelle.
Si en SENASA painaran los certificados a mercado interno comprobarían que los misioneros deben tener el consumo de langostino per cápita más alto del mundo. Ahora llegará desde Cancillería un nuevo pedido para mensurar al menos lo que circula en blanco.
Incluso hay quienes aseguran que se ha creado una empresa, Iguamar SA, que se encarga de recibir la carga que llega de Patagonia. Iguamar, de Iguazú, tendría estrechos lazos con Marítima San José, radicada en San Antonio Oeste.
“Nos vamos a ocupar”, prometió el “Pichichi” con su mejor cara de circunstancia. Hace año y medio que se levantaron las barreras de la importación por sus gestiones pero el contrabando las exhibe como cartón pintado.
Solo el tiempo dirá si Dany Embajador podrá también ponerle freno a esta maniobra fraudulenta que además de perjudicar a eslabones de la industria también atenta contra la recaudación del propio Estado. O si el contrabando se mantiene como la única manera de ingresar marisco a tierra brasileña y se constituye en otra mancha para su futura candidatura.