Francisco Saverio Romano aspira a tener listo su nuevo buque fresquero, un rampero de cubierta simple y 28 metros de eslora, en poco más de un año. La quilla que la semana pasada soldaron en instalaciones de SPI es el primer paso de un proyecto que el armador pensó hace tiempo.
El suficiente para ir comprando y, acopiando, toda la chapa naval que requiere la construcción del “Saverio F”, diseñado por los ingenieros del astillero, junto con el motor principal, el auxiliar y los generadores. Romano, el previsor, salta uno de los obstáculos más altos que hoy emergen en la industria naval.
La dificultad para importar chapa naval por la falta de dólares dibuja un torniquete al desarrollo no sólo de los proyectos de construcción sino también de reparaciones, donde la chapa es la sangre que corre por los circuitos de la industria.
“Que se yo… Dios proveerá”, me dijo Romano luego del acto de puesta de la quilla, al consultarle si habrá Argentina dentro de los 13/14 meses que se demorarían en construir el barco con el que evalúan reemplazar al “Mar del Chubut”.
¿Proveerá dólares para que también puedan continuar las obras en proceso?. Es una duda que sobrevuela en el interior de las naves industriales del propio SPI donde Solimeno construye el “Luigi” y el “Anita”, sus últimas nuevas joyas. Hasta cuándo podrán seguir avanzando con las obras si se mantienen las restricciones y la cotización a dólar MEP cuando antes se pagaba el oficial. El primero de los barcos debería estar terminado antes de fin de año, el segundo, navega en un mar de incertidumbres.
Desde la empresa armadora, su relacionista público, Daniel Collucio, aseguró que el nivel de avance coincide con el proyectado aunque fuentes del propio astillero revelaron que se había bajado un cambio cuando la corrida cambiaria de julio y la anemia de las reservas.
En toda la industria, especialmente en SPI, le prenden una vela al plan de estabilización de Sergio Massa. Por ahora no dieron a conocer al gremio la lista con los contratos que evaluaban cortar si la situación no mejoraba. Fue en una reunión a principios de agosto. En los pasillos del astillero se habla de 50 operarios pero como no volvieron a la carga, nadie pregunta por las dudas.
Tal vez ayude a los trabajadores la distinción que recibió Sandra CIpolla. Hace unos días la CEO del Astillero fue reconocida por el Concejo Deliberante por su “Compromiso Social”. “Me compromete para seguir trabajando, desde mi lugar, en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, con trabajo e inclusión y respeto por nuestras instituciones”, tuiteó Sandra, emocionada. Quién se animará a dejar a trabajadores en la calle luego de estas palabras…. #Alivio es TT entre los diques flotantes.
El que también sintió alivio, aunque de otro tipo, fue el armador del “Feixa”. El fresquero de altura, sin permiso para pescar langostino, pero pescando cuota social de Santa Cruz, metió una prospección XL entre las subáreas 11 y 13.
Desde que hizo el primer lance el domingo 4 de septiembre, 25 minutos después de las 10 de la mañana, en el rectángulo 4463, hasta el último, a las 9,40 de la mañana del 8 de septiembre, en el rectángulo 4563, y luego la travesía hasta llegar a Caleta Paula, el 9 de septiembre, pasado el mediodía, el “Feixa” registró una marea de más de 100 horas, 106 para ser precisos.
Después de tener que allanarse por infracciones del año pasado que superaron los 25 millones de pesos y días de suspensión a la pesca, obviamente que el derrotero fue avalado por la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera.
“Aplicamos sentido común; decidimos darle continuidad a la prospección en otras subáreas porque donde estaban había todo pescado chico”, refirieron en Pesca cuando consulté por el caso. “Esto es minuto a minuto y muchas veces determinar cuál es el mal menor. Extendió la marea pero cerramos el área y relevamos otra en pocas horas.
En una actividad dinámica y azarosa como esta valen los reflejos de la autoridad de aplicación. Pero seguramente el caso del “Feixa” traiga cola entre los administrados. Hoy la normativa vigente marca 72 horas como tiempo máximo de marea. Y para extenderla se debe pedir por nota, antes de iniciarla, como si tuvieran la capacidad de predecir el futuro. Las eventualidades no solo ocurren en medio de una prospección.