Nuevas naves industriales para generar 300 empleos, ampliación de instalaciones para sumar más producción en Santa Cruz. Proyectos de radicación industrial en Chubut, Las inversiones en la pesca ocurren lejos de Mar del Plata, como las zonas de pesca de las principales especies. Acá sobra pescado congelado y precarización.
No es un fenómeno nuevo que la industria pesquera nacional late con mayor impulso al sur del Río Colorado. Multinacionales desembarcaron en Chubut y Santa Cruz en los años 90, a caballo de las privatizaciones, y fueron incrementando poder de pesca y fuentes de trabajo en tierra.
Algunas no sobrevivieron y quedaron en el camino como Harengus, otras se desmembraron como Alpesca y otras fueron compradas por jugadores mayores. Pero con los años el polo industrial pesquero fue creciendo con nuevas inversiones, muchas incluso de capitales nacionales y en ciudades portuarias como Madryn, Comodoro Rivadavia, Rawson, Caleta Olivia y Puerto Deseado la pesca ocupa un lugar preponderante en el aparato productivo regional.
Mar del Plata ha transitado el camino inverso. El ocaso de la pesca en la ciudad se resume en la evolución de la nómina de afiliados del SOIP. De más de 15 mil trabajadores hoy bordea los 3 mil. Es cierto que existe una cantidad superior de “socios” en cooperativas pero eso no quita que el modelo fresquero agonice, jaqueado por una erosión de rentabilidad, falta de incentivos al valor agregado y el filet congelado a bordo a mejor precio y con mejor calidad, que lo ha corrido de los mercados.
Mientras en ciudades puerto patagónicas hay noticias frecuentes de nuevas inversiones en plantas frigoríficas y/o ampliación de capacidad productiva instalada, en Mar del Plata nadie piensa siquiera en incorporar un solo trabajador.
O los que se incorporan son bajo el modelo “Apolo Fish” que el año pasado sumó a una veintena de trabajadores en absoluta precariedad y a los que dejó de convocar a trabajar de un día para el otro. Las envasadoras se enteraron que habían sido reemplazados por otros cuando fueron al frigorífico a buscar su ropa de trabajo para hacer una changa. El conflicto no llegó a mayores porque la empresa los reincorporó, bajo la pantalla de una cooperativa, y garantizó mantener el valor horario que tenían.
La semana pasada la empresa Patagonia Fish anunció en Caleta Olivia que el mes que viene inaugurará una planta frigorífica donde dará trabajo a 300 personas. (Foto) Procesará merluza mayoritariamente de la flota artesanal que opera desde el puerto y que tiene un precio sensiblemente menor a los 50 pesos más IVA y 60 más IVA que cuesta acá para plaza y exportación, respectivamente.
Los últimos marplatenses que evalúan inversiones en Patagonia son Miguel Di Constanzo y Cesar Cicciotti. “Cesarino” cuenta con tres barcos fresqueros. El “Tesón” será reemplazado por el “Niño Jesús de Praga” que botará Contessi el mes próximo. Parte de las capturas de la flota se reprocesan en “Catesur”, un establecimiento en el Parque Industrial “Gral Savio”.
Días pasados el armador con su socio visitó el parque industrial de Trelew. Lo acompañaron el ministro de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio del Chubut, Leandro Cavaco, junto a la subsecretaria de Industria, Nadine Serón. La idea es ampliar el negocio familiar al sur del Río Colorado para reprocesar anchoíta, merluza y langostino.
“Estamos analizando alternativas, falta mucho para tomar una decisión pero queremos vivir tranquilos”, dicen en Catesur.
La tranquilidad la han perdido muchos en estos años de piquetes, reclamos con gomas encendidas y juicios laborales. Pero el Estado no ha hecho nada para establecer reglas. Hoy la industria tiene todos los sistemas de contratación posibles. Desde el efectivo hasta el precarizado. Nadie tiene premios ni castigos.
El año pasado hubo una prueba experimental de anchoíta patagónica que la flota de Rawson capturó en invierno para la industria conservera marplatense. No faltará mucho para que comience a reprocesarse en Chubut.
Acá el intendente Montenegro anunció con bombos y platillos la inauguración de una nueva cámara frigorífica en Maronti, una empresa con muchos barcos de todo tipo pero que no tiene un solo obrero del pescado bajo relación de dependencia.
Por estas playas las últimas inversiones se enfocan en buques congeladores como los que trajo José Moscuzza desde Vigo. A nadie se le ocurre instalar una nueva planta con obreros registrados. Ante un pico de productividad lo usual es contratarlos como en Apolo. Todo ante la vista de las autoridades que no promueven los contratos temporales para poner blanco sobre negro.
En Mar del Plata Moscuzza y Solimeno no solo no incorporan a nadie efectivo sino que destapan una botella de champagne cada vez que se jubila un trabajador efectivo. Giono, en manos de Iberconsa, adelantó la jubilación de varios para liberar espacio aunque sumó más trabajadores con el convenio pyme para reprocesar langostino.
El ocaso del reproceso de merluza fresca en Mar del Plata es una lenta agonía, una luz que se va apagando paulatina pero irremediablemente. Hoy los principales recursos pesqueros están lejos de un puerto con capacidad de maniobra reducida y una industria con capacidad instalada ociosa.
El calamar y la decisión de elevar el piso hasta el 20% para los barcos con compromiso de reprocesar parte de las capturas puede ayudar pero es paulatino. Este año renuevan 3 permisos de una flota de casi 40 barcos. Para colmo siguen sin aparecer las actas complementarias de la descarga y la nómina de frigoríficos donde se reprocesó el illex, con lo cual todo persiste en lo intangible.
El langostino fresco puede ser una opción como lo fue el año pasado que llegó mucho por camión desde puertos patagónicos y generó mano de obra intensiva durante la zafra. Pero es difícil pensar que ese fenómeno pueda durar eternamente. Mar del Plata queda lejos de la zona de pesca. Siempre será más rentable reprocesarlo cerca de donde se lo descarga. Menos costo y mejor calidad final del producto.
La industria del fresco languidece en Mar del Plata, que puede seguir siendo el principal puerto pesquero del país por unos años más. Concentrado en pescado congelado y dejando trabajadores en la calle.