El anuncio semanal de Massa para intentar aumentar las reservas, post dólar soja, estuvo centrado en las empresas que exportan conocimiento y el estímulo a un valor diferenciado si logran aumentar sus exportaciones y superar los 10 mil millones el año que viene.
Freezado el “dólar langostino”, la pesca no tiene muchos estímulos para incrementar sus ventas a partir del valor agregado en tierra. Los costos laborales trepan con la inflación y la evolución del tipo de cambio sigue más de 15 puntos detrás. Se espera por estas horas que el Banco Central anuncie una nueva suba de la tasa de interés para ubicarla cerca del 110% TEA y los gremios en Mar del Plata le sacan punta al segundo tramo de la paritaria para ubicarla la actualización anual en esos niveles.
Quién va a pensar en producir y generar trabajo en este contexto. Lo curioso es que el gobierno cree que para bajar la inflación debe aumentar la tasa. Que alguien les avise que pagan esos intereses con emisión de dinero ficticio mientras la bola de Leliqs, la que iban a eliminar para mejorar las jubilaciones, no para de crecer.
La pesca difícilmente llegue a los 1990 millones exportados el año pasado. No por volumen sino por falta de demanda. En el 2023, si la naturaleza es bondadosa puede mejorar un poco con otra buena zafra de calamar o si a los tangoneros congeladores les liberan la producción de cola, como ya deslizan desde algunas empresas.
Si es que salen a pescar la próxima zafra y no se consuma la amenaza de Alvarez Castellano de parar su flota para el año que viene por los 200 gramos extras por cajón que imputaron los inspectores a las órdenes de Julián Suàrez.
Las empresas armadoras parecen haberse hartado de las ambigüedades de la Dirección Nacional. De tanta severidad para algunos y de mirar para otro lado para otros. Millones de pesos de multa por cajones con gramos de más, mientras otros realizan prospecciones XL. ¿Por más sentido común que contenga, la palabra de un Director Nacional tiene más peso que una Resolución del CFP?
Muchos por estas horas se preguntan qué pasará con el “Salvador R” luego que se conocieran los videos con el descarte de unas 12 toneladas de merluza de cola en una de sus mareas del verano en que participaba de la prospección de abadejo. Marzo del 2022 parece ayer para una Ley Federal de Pesca en que las faltas graves prescriben luego de los cinco años. ¿De qué lado de la línea estará Urbipez?
Parece claro que los Ramacci han dejado algún herido entre su tripulación tras la zafra de langostino. Si nadie se hubiese bajado con alguna deuda pendiente esas imágenes se hubiesen conservado en la galería del celular.
Imágenes que no por repetidas cada vez que ocurre un cortocircuito a bordo dejan de causar indignación. Esas conductas desaprensivas podrían corregirse con la instalación de las cámaras a bordo, programa cuyos avances se desconocen luego de la prueba piloto en el Mellino VI. Al “Feixa” también le tocará, o solo las prospecciones. Veremos…
Que los tangoneros congeladores pedirán quedar liberados de la limitante para congelar cola tomó impulso en estos días de la feria de Vigo. «Acá todo es cola», me dice un empresario chubutense recién llegado a Vigo, luego de reunirse con el Embajador, portador de apellido.
La ilusión de incrementar las ventas de langostino entero por Navidad parece diluirse más rápido que el proyecto “descarte cero” que impulsa Frías. Hasta agosto la merma de exportaciones, en volumen, rozaba el 20%, En el pico del invierno y con las facturas de la energía revelando de manera tangible la suba de precios, es difícil que la dieta de los europeos incluya un producto Premium. La caída de ventas se verá más pronunciada en la última porción del año.
Han sido pocos los que quieren aprovechar la baja de precios porque el costo de incrementar el stock es altísimo por la demanda energética de las cámaras frigoríficas. Por más que nadie se ha desesperado por vender –al menos es lo que dicen- del otro lado no hay apuro por comprar. Saben que el langostino está. Irán comprando a medida que necesiten. Y de paso el costo de estar stokeados no lo pagan ellos.
Los pescadores de Rawson, más allá de meter algunas mareas en aguas nacionales, jugarán de actores principales en la próxima zafra y quisieron conocer en vivo y en directo la realidad del mercado que comprará su producción. Con la falta de competitividad de nuestra industria por la inflación en dólares, la pesca exporta más que nunca materia prima (casi) sin elaborar.
Si el langostino entero no despierta interés desde la Madre Patria, las primeras consecuencias las sentirán de este lado del océano antes de fin de año. Porque ese es el destino de las capturas de la flota costera de Rawson. Sin demanda externa, las fábricas quedarían con una alta porción de su capacidad productiva ociosa.
En España tienen otros problemas, pero no estos. Galicia el año pasado exportó por 15 mil millones de euros y generó 32 mil empleos. Lo dijo Marta Fernández de Tapias, la enviada de la Xunta a Vigo. Cuánto habrán aportado a esos números los recursos naturales argentinos. Mientras allá generan riqueza y valor, acá reparten bolsones de comida.