Mientras en el seno de la Intercámara de la Pesca se analizaba el tono del comunicado, que tomará estado público por estos días, y en el que advierten las consecuencias que generan los supuestos nuevos casos de covid en cargamentos pesqueros llegados a China, las empresas desfilan por una pasarela de un puente colgante.
Supuestos porque no hay manera de tener certezas de que las muestras que toman en China a los envases de langostino entero y merluza HG enviados desde Madryn y Mar del Plata sean fidedignas o se trata de una maniobra para desalentar el flujo comercial y reducir importaciones.
Mal no les va. En agosto pasado, cuando comenzaron a generarse estos primeros rechazos por la existencia (?) de proteína animal en los envíos, la pesca exportó a China 1955 toneladas, según datos del Informe de Coyuntura. El mismo mes, pero del año pasado, las ventas alcanzaron las 2100 toneladas. En el 2019 habían sido 7968 toneladas.
Son momentos complejos los que atraviesa la industria que debe enfrentar dos frentes. El externo con clientes europeos que ponen en góndola langostino pescado, congelado y vendido el año pasado, demostrando que sobra stock y el reclamo genuino de los trabajadores marítimos por el reajuste salarial que les mantenga el poder adquisitivo que erosiona la inflación de los ítems básicos en pesos.
Las 32 mil toneladas que compró España hasta septiembre parecen pocas, un 15% menos que el año pasado según la radiografía que emite mensualmente CAPECA, pero en este contexto, con Pescanova todavía vendiendo el gambón cosecha 2021 es casi que un milagro.
Entre enero y septiembre las exportaciones del sector registraron un retroceso del -6,7% respecto al mismo período de 2021. Sumaron 348 mil toneladas que generaron 1427 millones de dólares. Esos números seguramente estuvieron ayer en la mesa del secretario Bahillo cuando las patronales volvieron a la carga por un dólar diferenciado que ayude a atender las demandas laborales de sus trabajadores y hacer frente al atraso cambiario que genera pérdida de competitividad.
Liberman tuvo un guiño para el sector obrero desde el escenario del INIDEP cuando valoró el rol que habían cumplido durante la pandemia y que permitió que la pesca no interrumpa la operatoria y termine generando exportaciones por más de 2 mil millones de dólares.
Se había visto un rato antes cuando en la sala de usos múltiples del segundo piso del INIDEP Julián Suárez presentó el Módulo de Transacciones Comerciales. Liberman compartió estrado junto a Cristina Ledesma, la secretaria General del SOIP cuyos obreros del pescado no cobran parte del salario en dólar oficial, los que quedan inactivos dentro la garantía horaria en el convenio PyME son pobres y los precarizados, con cierta frecuencia, reciben bolsones con alimentos no perecederos. No parece que alcance con una foto para disimular todas esas miserias..
Lo de la trazabilidad emociona el nivel de relato. La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera piensa optimizar el sistema de adquisición de datos relativos a las composiciones de las capturas, descargas, procesamiento y comercialización de los productos y subproductos pesqueros a partir del 21 de diciembre.
Emociona el tono convencido con el que creen que esta herramienta permitirá fortalecer y transparentar al sector y en su objetivo es lograr la trazabilidad integral de los productos pesqueros argentinos en toda la cadena de valor.
Tenemos que creer que se terminarán las cuevas que pululan en las calles del barrio puerto. Será el punto final para el trabajo en negro, clandestino, ayuno de todos los controles, salvo el que pasa a alimentar las cajas.
En este escenario ideal que dibuja Suárez se debe entender que concluye al fin el contrabando de langostino a Brasil, porque de algún barco se descarga ese marisco, en alguna planta de procesa, de algún lado se consiguen los avales para que circule por media argentina hasta Misiones.
Si todo eso se termina; se termina la explotación, el negreo, la precarización absoluta que reina en algunos eslabones de la industria, a la vista de todos, porque acá no hay ciegos, solo cómplices que no quieren mirar esta realidad, si se termina, seré el primero en reconocer la eficiencia de la nueva norma. Esta semana consulté a voceros de la Dirección Nacional cómo lo lograrían… al cierre de esta columna todavía no había tenido respuesta.
Pero ya hay algo bueno que deja la Disposición DNCyFP N° 26/22 que incorpora el módulo de “Transacciones Comerciales” al Sistema Federal de Información de Pesca y Acuicultura (SiFIPA)..Y es que revivió la firma de Julián Suárez luego de los cambios que podaron al área de Agricultura de Ministerio a Secretaría.
Si es que ya no lo hicieron, deberían salir las notificaciones de los sumarios abiertos a todos aquellos barcos que cometieron algún tipo de infracción, especialmente durante la zafra de langostino; sea peso de cajones, duración de marea y pescar fuera del horario permitido.
Seguramente llegarán las notificaciones para los fresqueros “Ciudad Feliz” y “Sant Angelo” con langostino a granel en bodega; el propio Director Nacional lo divulgó en twitter. También, el traspaso de langostino de la cubierta de este último a un gomón antes de entrar a puerto.
Pero estará la marea XL del “Feixa”, avalada por el propio Director pero a contramano de la normativa vigente en una de las últimas prospecciones? y, fuera del langostino, el descarte de 12 toneladas de merluza de cola que realizó el “Salvador R” en la prospección de abadejo en el verano pasado?. Todo se sanciona con la misma vara?
“En Pesca hay coherencia y políticas de estado”, dijo Suárez en una entrevista con el portal Pescare. Si la hay podrían arrancar con hacer pública la nómina de buques sancionados y el monto de las UP aplicadas. Si ya crearon el Registro de Infractores en Prospecciones, por què no uno màs general. Como para coroborar eso de la coherencia y espantar las sospechas que germinan en el sector de que hay hijos y entenados.
Foto: Pescare